Aug 20, 2005


Este es mi amigo Abel Lagos en la calle Guillermo Frick, allá en la esquina pasa la calle Amando Philippi. La ruina que se ve al fondo era la curtiembre de la fábrica de zapatos Weiss que se vino abajo con el terremoto del año 60. Al igual que el liceo de hombres que estaba al final de esta calle, que con el terremoto se cayó al río. Aquí vive Abel, donde mismo su abuela Juana Oliva tenía una panadería que fue fundada el año 40. Ella vendía pan a la gente del barrio y a los estudiantes de la escuela primaria 4 y 6 (que ahora es la Leonardo da Vinci). Para la Navidad hacía unos grandes almuerzos con asado de cordero e invitaba a comer gratis a los niños pobres del barrio. Abel tenía 15 años para el terremoto, él lo pasó aquí, y en la noche durmieron en la calle.
Abel estudió literatura en Concepción, luego hizo una maestría de panadería en Inglaterra y además estudió fotografía, también en Inglaterra. O sea, es un fotógrafo-literato-panadero. Para ganarse la vida hace clases de fotografía y saca fotos publicitarias. Para alimentar su alma, tiene unos buenos proyectos que desarrolla silenciosamente y de vez en cuando, saca a la luz.
Cuando le saqué esta foto me advirtío que el sol estaba en contra y que iba a salir quemada. Pero shadow-highlights de photoshop puede más.

Aug 16, 2005

Casa ecléctica en el Regional, la que quizás antaño conformó con su estampa, la cuadra completa. Hoy queda ella sola, como muela huacha en boca de anciano, pretendiendo dignamente sacar la cara a través de la esquina, por esa puerta verde que te quiero verde, que probablemente en sus tiempos fue un gran almacén o bodega.

Aug 4, 2005

Celeste-rosado-blanco. Casa en la calle Errázuriz, me parece. La fachada esta revestida en lata de onda fina(calamina), detalle que delata su antigüedad, ya que en Valdivia no se fabricaba y ésta se importaba desde Valparaiso. El celeste es un color bastante usado en las casas de Valdivia, sin embargo el rosado con que han pintado las ventanas es bastante inusual. Las porporciones generosas de las ventanas, la textura de la calamina, los colores pasteles y la fachada continua, sin antejardín, dan a esta casa una presencia digna y limpia sobre el general de la cuadra.