Feb 8, 2007


Verdaderamente Valdivia es pura agua, por abajo y por arriba: por abajo ríos, estuarios, humedales, riachuelos, inundaciones, pantanos y por arriba niebla y lluvia. Una vuelta por el aire bastan para confirmar lo que se intuye recorriéndola por calles y carreteras, y lo que se "sabe" de ver los mapas. Es mil veces más impresionanete verlo con los propios ojos. Aunque sea por 20 escuálidos minutos en los vuelos turísticos desde el aeródromo Las Marías. Para mi hija de 6 años fue una revelación: las vacas y las personas parecían hormigas (gritaba de emoción!) y dijo que nunca pensó que Valdivia fuera tan grande. En la foto de arriba, en la punta del cerro de la Isla, se ve mi casa.

Hace un par de años que en Valdivia se esta realizando la fiesa de la cerveza o la "Bierfest", en que la cervecera local promueve el turismo, gana unos pesos y aprovecha de revivir la dormida cultura alemana que aunque no se note tanto como hace 100 años, existe igual. Los más felices con estas fiestas son los viejos alemanes, bisnietos o tataranietos de los colonos, que paseando en carromatos tirados por caballos o entonando melodías típicas, gozan como cabros chicos. En la plaza hay grupos de parejas jóvenes que bailan danzas folkóricas y en la Saval (parque municipal) la cerveza y los crudos no paran de correr. La pertenencia. La identificación. La cultura. Armas de doble filo. ¿Dónde esta el límite entre la sana pertenencia y el desquiciado nacionalismo? (me voy al jardín a regar un rato para pensar en esto, 7.12 am, esta saliendo el sol....)


Desde la plaza de Niebla, a un costado, hay un mirador fantástico en que se puede ver el costado del fuerte (que lleva su mismo nombre, a la derecha) y al fondo Corral con su fuerte y las rumas de chips. ¿Qué otra plaza del mundo tiene mirador al mar? De las que conozco me parece que Caleta Tortel y Calbuco, si mal no recuerdo.
Cuando fui a dejar a mi hija al cumpleaños de la Marte en Niebla, un sábado, aproveché de darme una vuelta por el pueblo. Niebla es un pequeño balneario, caleta de pescadores, fuerte español, pueblo. En verano hacen fiestas para los turistas como el mes del mar en que traen orquestas, arman cocinerías, se llena de olor a fritanga y las micros no paran de llevar gente. Paralelo a esto, la gente mantiene sus costumbres y como cada año, este salieron a darle una vuelta a San Sebastián. El cura que hablaba tenía acento extranjero, mientras caminaban iban todos cantando. Después que pasaron frente a mí me uní por un rato a la cola de la procesión, pensando en hacer otras fotos, pero me encontré siendo una observadora observada, ya que los autos que pasaban lentamente junto a nosotros me miraban con curiosidad, como un miembro más de la comitiva.