Dec 7, 2007







Del amarillo-dorado al gris-perla, pasando por el rosado-salmón. Qué belleza, qué aire, qué texturas, qué regalo al borde de la ciudad, para todos. El río Cruces en un atardecer de primavera.

Dec 5, 2007



Hoy dejaron por primera vez entrar a algunas personas al campus, aunque dicen que todo se normalizará, en lo posible, el lunes. Los carabineros tienen todo acordonado, algunos profesores de Ciencias se pasean mirando las ruinas que aún humean, imaginando todo lo que perdieron, uno que otro estudiante mira sin creer lo que ve. Se quemó el servidor y la central telefónica de todo el Campus Teja, así es que estamos más desconectados que en el siglo pasado. Un rato después me encontré con un profesor en el supermercado. Me dijo que él no se iba a acercar por allá, que no se sabe qué tóxicos hay todavía en ésas ruinas...que hasta readioactivos había que se quemaron. ¿Será para tanto?¿Sabremos alguna vez?

Dec 3, 2007


INCENDIO EN VALDIVIA. Hoy me desperté de madrugada con los aullidos de mi perra que coreaba las sirenas de carabineros...los maldije porque desde que hay plan cuadrante, se las dan de policías de Area 12 y tocan la sirena a diestra y siniestra. Pero luego se escucharon los bomberos. Entonces me levanté y miré por la ventana...no se veía nada. Un rato después apareció una columna de humo desde la universidad. Pensé que se quemaba la biblioteca o el Edificio Nahmías y como desde mi casa no se alcanzaba a ver bien por los tremendos árboles, me puse un buzo arriba de la camisa de dormir y corrí a la esquina con los binoculares en la mano. Allí contemplé perpleja las llamas que devoraban un edificio que al principio pensé era el de Forestal. Ya eran las 7.45 de la mañana y mi amiga Laura me corrigió por teléfono que se trataba del edificio de Ciencias. Lo primero que pensé fue en los pecesitos de los acuarios del primer piso. Nos levantamos, tomamos desayuno y mi hija se fue al colegio con el papá. Como la U. estaría cerrada me quedé en casa, mirando de vez en cuando la increíble humareda gris y negra. A las 10 a.m. me llama una amiga para preguntarme cómo estoy porque estan evacuando el colegio alemán por los gases tóxicos...¿qué????? Inmediatamente me empezó a picar la garganta. Como tenía que ir a dejar al Maxi al aeropuerto, aproveché de irme más temprano. En el centro de la ciudad se veía el humo de todas partes. A la vuelta del aeropuerto, en la carretera, también se veía. Me fui a buscar a mi hija al cole y ahí me enteré de que habían evacuado entera la Isla Teja y que por lo tanto, no podía volver a mi casa...me entró un susto como de catástrofe nuclear, me acordé de mis días de Tchernobyl, pensé en mi perra sola en la casa y yo sin celular para ubicar a nadie de mi familia...pasé la tarde con mi hija en el centro, conversando con el viejo pascuero, comiendo helado,haciendo hora para volver. Entremedio llamé a mi amiga Ana María, que se le quemó entera su oficina, pobre. Cuando volví, mi hijo me contó que en las noticias salió que salvaron a los pecesitos...uf, que bueno. Todavía sale humo, dicen que ya no lo apagan, que deja que se queme lo que queda. Mañana tampoco dejarán entrar a la U. Me imagino que se han perdido cosas valiosísimas, así dicen, pero lo que yo más lamento es la colección de corales, caracolas y otras especies exóticas que mi amigo Alejandro Bravo, a través de proyectos, exhibía en parte a través de exposiciones itinerantes por el país. Pero la parte más valiosa y única, que había sido recolectada por Philipi y Humboldt, estaba en bodega, esperando la construcción de un museo. De eso estuvimos conversando hace dos semanas, de cómo debía ser un verdadero museo para este patrimonio y de los fondos que se estaban gestionando para ello. Como dicen las abuelitas, uno propone y Dios dispone. Lo siento, Alejandro.