De nuevo los barrios bajos, construidos sobre los humedales y pantanos valdivianos, que se inundan todos los inviernos, cuyas calles de adoquines (muchas) parecen oleajes petrificados en verano, después que el agua ha cedido.

Locura de colores en el barrio de miraflores, el pixelado multimedia de los ocres, salidos de los resabios de galpones oxidados y herrumbrosos que aún cobijan viejas embarcaciones.

RECICLAJE: el ingenio nacido de la necesidad es lejos el más creativo. Asientos reciclados de parachoques de auto con respaldo de molduras de fierro sobrantes (el negativo) al exterior de un kiosco en los barrios bajos, donde se juntan los vecinos a conversar, cuando no llueve, claro.

RECICLAJE: cuando se trata de adornar la fachada del hogar, cualquier macetero sirve. Diseño WC. Barrios bajos.

Este edificio amarillo es la parte trasera o delantera, depende de dónde se mire, si desde la calle o desde el río, del CECS (ver foto anterior donde aparece por el otro lado). Amarillo-azul/agua. El edificio blanco de atrás es una barbaridad santiaguina, y lo peor es que esta a lado de un hermoso edificio art nouveau (a la derecha). Un ejemplo en donde lo viejo no convive con lo nuevo.

Basta una mirada hacia el interior y descubres un arcoiris de colores entre objetos, paredes y luces.

Conjunto de fachadas mirando desde calle Bulnes hacie el norte. Las casas juegan alternando colores entre sus pisos y fachadas, formando un horizonte de bastante fuerza crom�tica, reforzado en esta foto por el paso casual del autito amarillo.

Bellísimo galpón-casa de proporciones neoclásicas en la calle General Lagos esquina Bueras. Lamentablemente ya no existe, fue demolido el año pasado.

Sin comentarios.

Tipografía espontánea sobre un verde que intenta delimitar su espacio comercial. Funciona. El letrero se ve a varios metros. Bueno, y como dice Manquilef, el graffiti también. Calle Bulnes.

Me acuerdo que en la carretera Austral las carnicerías se anunciaban sólo con una bandera roja puesta en el frente de una casa cualquiera. Aquí el dueño de esta carnicería en calle Bulnes se modernizó y agregó este hermoso letrero ilustrado.

Espectacular fachada tricolor en la calle Picarte, de lo involuntario y parchado, salió algo genial. A pesar que el piso superior es feo, no deja de impresionar la fuerza de esta horizontal en esta calle que es sino, un Picadillo.

A la derecha, el torre�n de Los Canelos, en la calle Yungay, construido en 1774 como parte del perimetro de la ciudad. Al fondo, el r�o Valdivia y el borde de la Isla Teja. A la izquierda, el cielo fresco y azul.

Puesta de sol en el Islote Haverbeck, al frente, Toro Bayo. Al Islote se llega en barcaza, es tranquilo y agreste, hay pavos reales y arena, se est� en la ciudad, pero fuera de ella.

Un hermoso d�a de verano, bajo un frondoso arbol, en el jard�n bot�nico de la Universidad Austral.

Aquí estamos algunos ciudadanos demostrando que NO QUEREMOS MODIFICAR EL PLAN REGULADOR, ya que es una modificación hecha a medida, para darle valor al sitio, en el cual se supone se hará un casino-mall-hotel de lujo (nos mostraron maquetas impresionantes, como cuando les muestran vidrios de colores a los indios!). Obviamente, el Concejo Municipal votó a favor de la modificación, el hotel se demolió y ahora el dueño ha vendido el sitio eriazo a 20 veces su precio. Nos quedamos con otro peladero...¿qué dice ahora el señor alcalde???
(agradezco la gentileza de Fabian Arriagada, que tomó las fotos de la manifestación)

Demostración ciudadana organizada por el Comite Ciudadano de Defensa de Valdivia, para evitar la modificación del plan regulador que llevará a la demolición del Hotel Pedro de Valdivia. Aquí estamos pasando frente a la Catedral, junto al paseo Libertad, que se llama así porque por esta calle subió Lord Cochrane el 6 de febrero de 1820 hacia la plaza de la ciudad, después de vencer a los españoles en los fuertes de Corral y Amargos.

Preciosa casa esquina en Vicente Pérez Rosales, el volumen brilla como un sol a la luz de la tarde...Incluso es más amarilla a la sombra!

Esta es una original casa que queda en calle Bueras, cuya planta baja se ocupa como carnicería. La base de hormigón, pintada de café oscuro, le da peso a la alegre altura de madera color naranja, iluminada por las ventanas de marcos blancos. Su composición asimétrica y lineal, acentúa más aún la viveza de colores.

Dentro de esta maravillosa construcción de esquina se haya el cine Cervantes, que lamentablemente ya no funciona. Abajo existe también el famoso restaurant Haussmann (con los mejores cruditos del mundo) y una antigua sombrerería. El color del edificio el gris neutro, del hormigón natural, salvo la parte del cine que hace poco fue pintada de blanco. Su imponente masa, que desprende de sí esta luminosidad homogénea y suave, esta texturada por las ventanitas alineadas en forma regular que justamente apoyan esta homogeneidad.

Este es el hermoso ex Hotel Schuster, ahora sede del CECS (Centro de Estudios Científicos del Sur). Su restauración fue una verdadera revelación dentro de la ciudad, acostumbrada a echar abajo todo lo viejo. Su fachada de lata con adornos, fue retirada completamente, lijada y pintada de negro. Las ventanas fueron rehechas en madera. Por dentro, el edificio es claro y luminoso.

Si me acerco más descubro celestes, ocres, verdes, naranjos..¿quién dice que Valdivia es gris?

En un acercamiento a las paredes de esta bodega, podemos ver que, lo que en un principio aparece gris o sucio, es en verdad un collage de colores, y más aún, una composición de líneas blancas, líneas grises, rosadas y planos negros.

Los Barrios Bajos de Valdivia nacieron por el relleno de hualves o pantanos, sobre los cuales se contruyeron las viviendas. Esta es una calle de adoquines y al frente, una bodega de maderas.