Jun 27, 2010





Un pedido urgente desde Gringolandia me entusiasmó para ir a ver hoy la calle Huemul, con su cartelito mil veces repintado, su casa esquina de calamina clarita, señal de otros tiempos mejores. Porque se ve que esta calle los tuvo, la casita alemana, con su clásico amarillo-verde y su jardín europeo, tiembla ante la prepotencia de la torre de agua, que los malvados comunistas envenenaron, según me contaron, mientras subían los cubanos con lanchas por el calle-calle. Huemul 520 ya no existe. Todo cambia y se renueva, no siempre para mejor.

2 comments:

Anonymous said...

Te confieso... Se me cayeron las lágrimas al leer que Huemul 520 ya no existe. Era la casa que arrendaba mi padre. Como médico, sus pacientes que venían de Temuco a Puerto Montt, la mayoría de ellos humildes y del campo, le pagaban con alguna gallinita, una pierna de cordero, una docena de huevos, o recibía la platita que le pasaban con un "Esto es todo lo que tengo, doctor"... Nunca pudo tener casa propia. Mucho menos un auto. Con todo, esa casa y sus habitaciones, en una de las cuales tenía su consulta, están profundamente grabada en las memorias que conservo de él. También las mías propias.

En cuanto a la Copa de Agua con una luz que tenía en el tope, recuerdo que más de alguna noche de "picadas" con los amigos, me sirvió de faro para orientarme y llegar a dormir a casa. Hasta que mi padre me traía una cerveza heladita con un vaso con el jugo de un limón para que mejorara la caña...

"Levántate huevón que hoy es domingo. ya van a ser las 12 y tenís que hacer el asado del costillar de corderito que me trajaron. Y tenís que ir a comprar harina tostada para ponerle también!"

Años que no como corderito asado al palo con su costrita de harina tostada bien cruchante!

Cómo querís que no se me caigan las lágrimas!


Germán

Anonymous said...

Hace un par de días, cuando leí en este blog que Huemul 520 ya no estaba, no miré más, me levanté de mi escritorio frente al computador, me hice una Cuba Libre bien cargada y me senté afuera en mi porche a fumarme un cigarrito! No vi más!

Ahora me he tenido que preparar otra Cuba Libre más cargada porque Huemul 520 está ahí! Todavía en pie, aunque la han modificado! Es la casa de color café!

Cuando viví allí, la casa estaba pintada de un color crema ligeramente tirado a amarillo y la media agua en el frontis era sólo un alero, lo que permitía un pequeño ante jardín. Por tanto la puerta principal estaba más hacia adentro y en la intersección de ambos frontis, mi padre tenía una mata de copihues blancos que subía por una escalerilla hasta el dintel de la puerta. Ahora todo el frontis está en una misma línea lo que le quita personalidad a la casa. Mi dormitorio estaba donde está la segunda ventana a mano izquierda, en el segundo piso. Tenía el techo en chaflán, siguiendo la techumbre de la casa. Dormía bien cuando la lluvia repicaba sobre el zinc. El cerco era de postes de madera y enrejado, lo que también le daba personalidad a la casa. Ya veremos cómo queda después de las modificaciones que le están haciendo. Ojalá que la pinten de un color decente y no la destruyan más. Con el daño que ya la han hecho con esa media agua en el frontis, es bastante!

Germán