Jan 27, 2006
Radiante y algo nervioso esta aquí Alfredo Yampara, tecnólogo médico del hospital regional de Valdivia, cuyo edificio se vislumbra al fondo de la foto. Alfredo trabaja en radiología, y lo conocí cuando me hizo hace poco una cintigrafía ósea. Al igual que mucha gente, le pregunté si era peruano. Me dijo que no, que es de Arica al interior, pero que todos creen que es peruano o ecuatoriano. Alfredo se vino hace años a trabajar al hospital, luego se vinieron su madre y sus hermanos. El hospital de Valdivia también tiene su historia, para el terremoto se cayó casi por completo, dicen que tiraban a las guaguas desde maternidad por unos toboganes hacia abajo. Ahora hay partes bastante modernas, de hecho, Richi Lakes inauguró el año pasado la parte nueva de oncología, que es de las mejores del país. El lugar es sin embargo un laberinto, uno se pierde entre los interminables pasillos y recovecos mortecinos, los vahos a povidona, las enfermeras de blanco y azul, las camillas deambulantes entre ascensores y mamparas...Pero nada de eso parece ya afectar a Alfredo, que se irá en unos días a iniciar su doctorado por 3 años a la bella ciudad de Granada en España. Y yo también me voy pero en dirección contraria, hacia los bellos parajes de cuentos de hadas en la carretera austral, camino a Cochrane, a Tortel, a Puerto tranquilo.
Jan 20, 2006
Paré un momento el auto para que la Ricarda fuera al cajero a sacar plata y volvió sonriente con el diario: era inimaginable la última vez que ella estuvo aquí, que apareciera una foto así de Pinochet en la prensa. Mi prima ha venido a Chile varias veces, la primera, cuando recién fue el golpe de estado y los parientes alemanes querían saber si estábamos bien. Ella tenía 6 años y yo 9. Ya han pasado 33 años desde aquella vez. Y mucha agua bajo el puente...lo muestra la foto. La calle Picarte también ha cambiado, obviamente. Pero el edificio que se ve en la esquina de la plaza, a la izquierda en la foto, es uno de los que se ha conservado, aunque antes del terremoto tenía mucho más definido su estilo art nouveau. Del edificio hacia abajo por Picarte, lamentablemente la cuadra es una de las más feas de la ciudad...que no se enojen los valdivianos por mi sinceridad!!!!!!
Jan 16, 2006
El domingo como a las 2 de la tarde suena el teléfono, contesto y una voz de hombre me dice:"¿qué tenís de almuerzo?" el tono de voz me sonaba en lontananza de años, donde no laceraban los afanes (diría Godo) y como mi asombro sólo me dejó articular un "¿quéee?" la voz repitió: "¿tenís almuerzo o no?" y en eso me cae la chaucha: "Pablo Quercia!!!!aóndestaiiiii??????" Entonces me cuenta que viene viajando desde Chilechico con la Paola y que va en la ruta 5 pasando por la segunda entrada a Valdivia y que me decida altiro si lo quiero recibir. Por supuesto que sí, siempre sí. Hace 15 años cuando aún vivía en Düsseldorf sonó el timbre y yo muy a la alemana contesté por el citófono: "Hallo???" y de abajo me dicen "Abre la puerta!!! soy el Pablo". Bueno, este bestia andaba patiperreando por las uropas, no me había dicho nada, simplemente apareció. Tal como este domingo, como si nada, 15 años después. Esos son amigos. Almorzamos juntos en Los Molinos, balneario popular de Valdivia, en un clima veraniego bastante valdiviano. A la vuelta se puso a llover a cántaros. Aquí el puente cruces, hacia la Teja, tipo 5 de la tarde.
Jan 11, 2006
La cara de alucinada de mi hermana Lola en la playa de Pilolcura, no deja lugar a dudas que este es el respiro con olor a paraíso que ella necesitaba después de su prolongada estadía en alemania. Pilolcura es una playa bellísima que queda al norte de Curiñanco, que es otra playa
espectacular, y que a su vez queda al norte de Los Molinos y de Niebla, que son los balnearios de Valdivia. Cuando vivíamos en Valparaíso, en nuestros años mozos, solíamos pasar cada 1º de enero del año nuevo, en la playa Las Docas de Laguna Verde. Pasábamos al puerto a comprar unos mariscos, pescados, pan y ensaladas, la infaltable botellita reponedora y partíamos el grupo de amigotes a dormir la mona. Ahora hacemos lo mismo, pero en Pilolcura, si el tiempo sureño lo permite. Este 1º de enero fue generoso, la tarde estuvo tibia y soleada, algunos hasta se bañaron. Nosotros subimos la duna y desde aquí mi prima Hanna contempla embelesada el paisaje, guardando cada rayito de sol para hacerlo brillar luego en su casa invernal en Berlin, mientras la Amanda juega aparentemente ajena al escenario, conversando con su nueva barbie que le trajo el dadivoso viejo pascuero.
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